sábado, 22 de abril de 2017

En la Antillana de Acero en el Cotorro me decían el abogado del pueblo y terminé jodido

Por. José Montoya

Cuba Cotorro Habana- El laminador 200 “Aceros Unidos” de Loma de Tierra en el Cotorro la Habana Cuba formaba parte de la “Antillana de Acero” allí los jefes de turno más famosos en mi época 1976 hasta 1978 eran “palanca” y “El negro Duanes” A Palanca precisamente por ayudar a las personas le decían “palanca” “buena gente” y el “Negro Duane” con todo y militante del partido no era mala gente, también ayudaba a los obreros y le daba oportunidades, yo llegué a Aceros Unidos en 1975 directo para “El atado” junto a un medio loco y Gay que le decían “Guarapo” en el Cotorro le decían también “cambia Cambia” porque pasaba por todos los lados cambiando cosas, y digo que es Gay porque un día lo cogieron con un negro que era guapo enganchado detrás de los baños, ahora sigo,  resulta que “Palanca” a los pocos días me dijo que fuera para la Antillana a pasar un curso de 6 meses de laminación y operador general, entonces “El tigre” era el maestro y a los 6 meses ya yo era operador general y laminador C, pero jamás trabajé de laminador.


Ya de regreso en Aceros Unidos Palanca me puso primero en la parrilla, después me subió para la cizalla fría, y después para la cizalla caliente, pero dobla turno en cualquier posición que fuera si me lo pedían, ¿pero? el negro Duane toma posición del turno B y palanca para el turno A, en sí Duanes fue el que me pasó para la cizalla caliente, al final terminé con un juicio acusado de sabotaje por el jefe de laminación “Gustavo” y el consejo de trabajo me hizo un juicio y me castigó a ir a trabajar a San Nicolás de Varis un año ha sacar boniatos o me harían un juicio criminal en Santa María e iría más años pero para la cárcel, todo fue debido a que yo me convertí allí en el individuo que defendía a los trabajadores en contra de la administración, ahora ¿Cómo? les cuento.

El 13 congreso del partido comunista de cuba redactó un libro con todo lo que fue aprobado en ese congreso, en el libro las ordenes textuales y las declaraciones de Fidel Castro, Raúl Castro, Lázaro Peña y los grandes dirigentes en Cuba, yo logré hacerme de ese libro y me lo aprendí de memoria, lo que motivó de que cuando alguien tenía problemas llegaban y me pedían ayuda y yo cabildeaba por ellos en los consejos de trabajo y frente a la administración pues yo usaba las palabras de Fidel y de Raúl entre otros altos mandos en Cuba, lo que impedía que me contradijeran, en fin, me convertí en un estorbo y buscaron la forma de sacarme fuera del juego, un día un hierro se trabó en el molino 18 y yo era el de la cizalla y el jefe de laminación “Gustavo” que era un expreso político contrarrevolucionario en rehabilitación no plantado  me acusó de “sabotaje” alegando que yo metí el hiero con la punta fría premeditadamente al molino, lo que no era verdad.. Termine en San Nicolás, ¿pero? al regreso me mandaron para Casio Martínez en San José a cargar con carretillas el hierro cochino para el horno, cómo no podía con la carretilla pues yo pesaba 118 libras y era un esqueleto  pues se me calló al horno y fui acusado de nuevo, tenía juicio para el 26 de Mayo del 1980 a las 9 Pm, pero en eso llegó el Mariel y “Adiós Cuba recuerdo por allá” 

Ahora resulta que los chivas de la Antillana todos en su mayoría están en Miami o Hialeah viviendo, le traquetea… 





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