Así me lo dijo Dios, la voz del señor en mi propia conciencia, cómo salvarnos
Por. José Montoya
Religión - Para ser salvados y vivir felices hay que primero aprender a interpretar las escrituras que nos enseñan a escuchar la voz de Dios en nuestra propia conciencia. Comenzaré. La revista LOFF Internacional la cuál se edita en 11 idiomas en el Mundo, en uno de sus artículos de 8 páginas en el año 2003 sobre mí persona, dijo “hemos indagado por toda Miami sobre José Montoya, y hemos conocido que se trata de un hombre “tan odiado cómo amado”, el resultado de eso concluyó en preguntas que me hacen aquellos que me conocen y leyeron el artículo, incluso hasta en Cuba lo leyeron, me preguntan ¿Cómo es eso de odiado? les he respondido “Qué esperas de los hipócritas y fariseos” sí, esos que el mismo Jesús Cristo expulsó del templo, creo que no fue por gusto su presencia allí, “Los mercaderes de la mentira y de la avaricia irrumpen por doquier” siempre se tratará de la cruzada de la desinformación, porque simplemente tienen que parar al que predica la verdad, es su reto, y así precisamente ocurrió con Jesús Cristo, ¿Quiénes fueron los que le condenaron al martirio y lo enviaron a la cruz? no fue el pobre ni el gueto, sino precisamente los más influyentes de la época en la fe, los ancianos, esos mismos llamados “los sabios expulsados del templo” y no consideren señores de que yo soy un evangelista ni que pertenezco a un credo cristiano, no, yo no sigo a hipócritas y Fariseos, recuerden, que los que eran adorados y considerados más cercanos a Dios precisamente eran los que ocupaban el templo creídos de que se trataban de aquellos cercanos a A Dios dotados de una bendición divina capaz de interpretar la palabra del señor, y si usted es creyente en los mandamientos y la palabra de Cristo, está cometiendo un pecado si cree en los mercaderes hipócritas y Fariseos que ocupan los templos que no pertenecen a Dios sino al hombre, el verdadero templo es aquél que se improvisa en el hogar para la evangelización, porque Jesús mandó a sus fieles a pescar hombres y no ha construir templos, el adoraba a Dios incluso en ayuno, en el desierto, con sed y hambre, sin opulencia ni riquezas.