viernes, 13 de noviembre de 2015

La balada del matado y muerto de hambre malagradecido

¡Bueno! allá tú 
Por. José A. Montoya

El mata - En Cuba a quiénes no tienen ni para caerse muerto le decían que estaba “matao” “Echo polvo” “En la tea” “En la fuacata” y vulgarmente hecho mierda, hay un dicho que dice que cuando veas a alguien hundiéndose dale una patada para que se acabe de hundir, “por algo será el dicho” le pregunto al lector “Cuantas veces a usted lo han sazonado después de ayudar a otro? si me dice que ninguna hay que darle un Grammy y el Records Guinness, porque de ese mal padece la mayoría de toda la humanidad, le entiendes la mano a otro y después te la muerden, pero no sólo eso, hasta se convierten en tus peores enemigos, peores que aquellos que usted los ha llevado a la bondad y al crimen, porque se convierten en los peores malagradecidos que existen, y no faltaba más cuando calumnian a la madre que los parió, y esos, esos señores, son los enemigos que nos ganamos por ser bondadosos y buenas personas, caritativos y piadosos, y ahora sigo preguntando ¿Qué haría usted con el que se hunde? ¿Seguir cayendo en la misma falta por ayudar? es la razón por lo que existen aquellos que no creen ni en su sombra, y le pasan la cuenta hasta al caído, al matado, al que está al borde del suicidio por su desesperada situación, pues si le pueden quitar el hambre y la mala situación para acabarlos de hundir lo harían,  y esa es la patada para acabarlos de hundir que dice el dicho.

Existen casos por ejemplo uno que conozco. Alguien llegó de Cuba y estaban pasando la esclavitud en la casa de unos familiares cercanos, una hermano, era un matrimonio, lo poco que ganaban trabando tenían que darlo en la casa, además acostarse temprano, no hacer ruidos ni televisión después de las 9 PM, no podían comer más que lo que se les servían a la hora de la cena porque era una sola comida, y por ahí una serie de trabajos y humillaciones que ni hablar, esa pareja se aventuró y habló con un amigo planteando su situación y le pidió que les prestaran para poder rentar aparte y lograr salir del hueco ese, y así fue, el hombre les prestó la renta, deposito y todo, pero encima de todo eso fue a una mueblería y les amuebló toda la casa con muebles caros, en fin, cómo si hubieran llevado ya unos años, y entonces pasó el tiempo hasta que un día el necesitado fue y le devolvió el prestamos original de la renta al bondadoso, (Un milagro claro) pasado el tiempo el bondadoso fue ha visitar a aquellas personas y resultó que ya se habían comprado casa, carros del año y muy bien que estaban, y con un crédito tremendo, al cabo de los días el bondadoso fue y habló con la pareja y les pidió que les prestara el crédito cómo co-firma, y el individuo le dijo “Lo siento yo no presto mi crédito a nadie” el bondadoso le dijo ¡Claro! ¡Pero te atreves ha pedir prestado el dinero de los demás! resultó ser que el bondadoso había comprado la compañía dónde trabaja la pareja y ganaban $ 35 Dólares la hora y estaba probando el agradecimiento de los pedigüeños. “Cuando llegaron al trabajo el día siguiente habían sido despedidos” ahora están, sin casa, sin crédito y sin nadie a quién pedirle ayuda, a no ser otro que caiga en las garras de esos que abundan malagradecidos que merecen tres patadas. Un amigo recientemente me dijo “Déjalo que suba que yo lo agarro bajando” “para quitarle el suelo”  



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