La iglesia Babalu Aye fue quien gano el caso de la Corte Suprema y yo no

La iglesia Babalu Aye fue quién ganó el caso de la corte suprema y yo no

Por. José A. Montoya

Religión - En varias ocasiones he tenido que aclarar a algunas personas y medios de información cómo personas religiosas de las prácticas Afrocubana Yoruba y Bantú, que los protagonistas y personas que se enfrentaron a las canalladas y violaciones de derechos religiosos en la ciudad de Hialeah en todas las cortes hasta vencer en la Suprema de Estados Unidos fue la familia “Pichardo” La Sra. Carmen Plat. o Pla. Ernesto Pichardo y su hermano Fernando Pichardo junto a un grupo de religiosos que formaban parte de su credo religioso o iglesia, en mi caso, sólo apoyé su posición cómo todo religioso hizo en ese momento, también por el sólo hecho de no sólo tratarse de las prácticas de las religiones afrocubanas que fueron prohibidas en esa ciudad en 1988 sino porque se trataba de una violación de derechos religiosos y punto.

Últimamente algunas personas me han vinculado al triunfo obtenido por la familia Pichardo y claro está toda la religión se benefició, algo que he decidido aclarar porque aquellos hechos que no me pertenecen no me los adjudico, ahora, quienes se hayan manifestado vinculado mi persona a ese hecho cómo ganador, o se tratan de personas pocos informadas o de aquellos malintencionados que pretenden quizás dar una imagen de adjudicación indebida o omisión de una situación que no me corresponde “Al Cesar lo que es del Cesar” y aunque entre la familia Pichardo y mi persona existan diferencias religiosas por otras situaciones, no necesariamente significa que mi persona niegue sus esfuerzos y ese beneficio a nuestra fe que con tantos esfuerzos de todos tipos la familia Pichardo logró en la corte Suprema de los Estados Unidos de Norte América, porque su historia sobre esa situación la conozco a la perfección, su lucha y los momentos difíciles y amargos que sufrieron por defender un derecho religioso frente a un grupo de conspiradores y personas que odian nuestra fe, que incluso hoy día mantienen esa posición cómo enemigos de nuestra fe, utilizando su actitud discriminatorio y de violación de derechos religiosos para beneficiar asuntos políticos incluso cuando sus beneficios responden o pertenecen a otros credos religiosos y sirviendo a esos intereses y no a sus deberes sociales públicos cómo servidores de la comunidad.

Recalco, “Yo no fui quién ganó el caso de la Corte Suprema de los Estados Unidos caso iglesia Babalú Ayé contra la ciudad de Hialeah, fue la familia Pichardo encabezados por su líder el Obatero (Obá) Oriaté Ernesto Pichardo, apoyado por todos aquellos que comprenden que las diferencias personales no necesariamente impiden que todos defendamos nuestros derechos comunes y religiosos cuando contra nuestra fe se trate. Gracias. José A. Montoya Palomino (Obaife)