miércoles, 12 de septiembre de 2018

Fidel Castro me pasó la mano por la cabeza y me votaron del lugar

Pepe y Fidel
Fidel Castro me pasó la mano por la cabeza y me votaron del lugar

Por. José A. Montoya

Cuba - Muchos tendrán sus historias que contar con relación a Fidel Castro pero a mí me toca contar la mía, José (Pepe) Ramirez Cruz quién fuera presidente de la Asociación nacional de agricultores pequeños en Cuba (ANAP) su sede en la calle línea, Pepe Ramirez era de Holguín y estaba muy vinculado a mi familia y mi padre que formaban parte de la clandestinidad contra Batista en esa ciudad, o sea, eran amigos de la juventud, Pepe antes del triunfo se fue a la Habana junto a mi tío Orlando Palomino Rodriguez y se hospedaron juntos en un cuarto en una casa de huésped en la calle Gervasio 213 entre Virtudes y Concordia en centro Habana, conspiraban contra Batista, allí Pepe conoció a su esposa Soila Escobar Suarez, que era la responsable de la limpieza de la casa de huésped, se enamoraron ella y Pepe y después del triunfo de la revolución se casaron y Pepe ocupó el puesto de presidente de la ANAP, pero ellos no tenían hijos, entonces decidieron criar a una sobrina de Soila Escobar a Daisy Escobar, hija de Jorge Escobar hermano de Soila Escobar.


No recuerdo la edad que yo tendría pero era un muchacho, cómo yo era muy pobre algo extraño porque mi padre toda la vida lo vi vestido de militar y con las PPCH ametralladoras y a Pepe nunca, Pepe era privilegiado y tenia una casa a una cuadra de la sede de la ANAP en la misma calle linea muy moderna y hermosa, ellos le compraban discos a Daisy y yo iba a escuchar discos con ella y ella me quería mucho, casi cómo un hermano y más que a su primo Reinaldo Escobar Camejo.

El encuentro con Fidel Castro

Un día estábamos sentados en el suelo en la sala de la casa escuchando discos y etc, Soila estaba en la cocina, de momento se abre la puerta y entra Pepe y detrás Fidel,  y otros seguidos de ellos, Daisy se para y va a darle un beso a Pepe y a Fidel entre otros, Fidel Avanza y me mira, yo en el suelo sin pararme, Fidel me pasa la mano por el pelo y dice ¿Y éste rubio quién es? yo le aparto la cabeza para un lado para que no me tocara, eso siempre me ha molestado, Fidel dijo una expresión ¡Heee! ¡se puso bravo! Pepe le dijo.. Es el hijo de Toñiquito comandante, ¡haaa cará! el mismo genio del padre, dijo Fidel, ellos se encerraron en un cuarto biblioteca creo y Soila fue dónde yo estaba y me dijo “le faltaste el respeto al comandante y ahora te vas de mi casa, no te quiero ver más aquí” Daisy trató de intervenir pero terminó llorando “Yo le dije ya en la puerta” “No me importa que me votes barrendera” 

¡En fin! por culpa de Fidel se me fastidió el vacilón… 

Pero yo jodedor al fin, el día de la boda de Daisy años después en el Palacio de los matrimonio de la calle Prado cuando con Pompas y platillos bajaban aquellas grandes escaleras los novios y los acompañantes detrás y yo había pasado por desapercibido por Soila, me hice el que me había resbalado  y terminaron todos rodando por el piso y de nuevo votado, pero entre la risa y el enfado yo gozaba de lo lindo, Daisy echaba las tripas de la risa mientras que el novio echaba chispas, Soila al punto del sincope cardiaco y Pepe Ramirez no sé por qué no estaba en la boda de su hija de crianzas… Esa fue una historia entre otras tantas que contar. 




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